50 Días

Día 32 Cuatro en uno

18/04/2024 / 50 Días

Día 32.1

El día 32 comenzó a media noche, con 3 personas sentadas en una mesa, bebiendo un poco de vodka con Mirinda y agua y platicando sobre las preguntas filosóficas y existenciales que escribieron en un sacapiojos para conocerse mejor. La plática continuó por 2 horas más hasta que una de las personas decidió irse a dormir, entonces quedé yo y otra persona, la persona en cuestión era alguien a quien ya había visto un par de veces a la distancia pero que apenas unas horas atrás había tenido el gusto de conocer. La conversación siguió a través de la noche donde hablamos sobre nuestra vida, creencias metafísicas y antecedentes. Conforme profundizamos compartimos información más y más sensible, hasta llegar a un punto donde las dos personas contaban con la capacidad de destrucción mutua debido a la información intercambiada, no hubo miedo o temor alguno, en su lugar hubo confianza. Las horas pasaron volando durante la conversación, nos divertimos tanto hablando que al ver el reloj, eran ya las 5 de la mañana, ahí decidimos que queríamos ver el amanecer, por lo que cerca de las 6 salimos ingenuamente al frío, contemplamos el bello color del cielo unos minutos, caminamos por la ciudad de Morelia y volvimos a casa a dormir cerca de las 7 de la mañana. Esa noche nació una amistad.

Día 32.2

El día 32.2 empezó para mí poco antes de las 9 de la mañana, desperté antes que el resto de los habitantes del departamento, me arreglé y vestí y me preparé para la salida que teníamos planeada ese día. Fuimos al museo de dulces a comprar dulces típicos de Michoacán, a visitar y seguir el acueducto, el museo de historia Natural y la catedral de la Virgen de Guadalupe. Los dos desvelados íbamos en una especie de trance, el día 32.2 se sintió como un sueño. El estado adormilado y simple en el que íbamos nos hizo disfrutar la excursión de otra manera, nos reíamos a carcajadas de cosas cotidianas mientras criticábamos la realidad misma como si verdaderamente de un sueño se tratara. Ciertamente, nuestros acompañantes no veían el mundo bajo la misma óptica pero eso no les impidió integrarse y pasar un buen rato con nosotros. Después del recorrido turístico, cerca de la 1 de la tarde volvimos a casa, las personas con energía se fueron a escuchar las ya comenzadas pláticas del congreso, las personas desveladas se fueron a dormir.

Día 32.3

El día 32.3 inició cerca de las 3:30 pm cuando desperté de mi sueño preocupado por haber dormido de más y haberme perdido los seminarios científicos de las 4, seminarios que debía escuchar. Me levanté de la gama y desperté a mi amistad, nos alistamos para salir y poco antes de cruzar la puerta notamos la presencia de una fuerte sensación de hambre, así que salimos a tiempo para los seminarios pero hicimos una desviación para comer, dicha comida presentó la misma dinámica acelerada de paso del tiempo que el día 32.1 y el tema más trascendental para mí fue mi incapacidad de disfrutar el baile en eventos sociales, cosa en la cual mi amistad profundizó y me invitó a intentarlo en la fiesta a la que asistiríamos más adelante. Más aún, me invitó a intentar disfrutar un baile en específico que genuinamente detestaba (Payaso de rodeo). Si me lo hubiera dicho cualquier persona habría declinado inmediatamente la propuesta, pero después de lo vivido el día 32.1 y después de que me hablara del reto de coordinación que este baile en específico representaba decidí darle una oportunidad, el reto no era bailarlo, el reto era abrirme a la posibilidad de disfrutar algo que me causaba aversión, por lo que empecé a mentalizarme. En total para ese momento llevábamos tan sólo 4 horas de sueño, y se notó que estábamos distraídos cuando al pedir la cuenta hicimos el pago tan en automático que no me fijé en el desglose del total y mi amistad no notó siquiera el momento en el que pagué, fue muy gracioso ver su cara de confusión cuando nos trajeron el cambio con ella pensando que aún no pagábamos. Así, llegamos al seminario de envejecimiento para presenciar únicamente la última plática. Me sentí un poco culpable por perderme a los ponentes anteriores, más cuando mi tutora justo me vio llegar tarde al simposio que ella dirigió, sin embargo, ponderar esta falta con la amistad que desarrollé eliminó los sentimientos de culpa de mi mente. Tras la plática de clausura hubo un concierto de una Tuna, algo que me emocionó bastante y me puse de buenas y aunque no hubo otro episodio de sueño de por medio, considero que ahí empezó el día 32.4.

Día 32.4

Llegamos de vuelta al departamento cerca de las 8 pm y todos comenzaron a arreglarse para la cena de gala, fue como otro día en el que recién despertados nos arreglamos para salir pero con más producción. Estuvimos en el lugar de la cena a las 9 de la noche, entrando nos ofrecieron una bebida de cortesía, la cena estuvo excelente, algo cara pero deliciosa. Finalizando la cena llegó el momento del baile, dos personas de baile se levantaron de la mesa e invitaron al resto a la pista de baile, mi corazón se aceleró, instintivamente quería declinar la propuesta pero me armé de valor y me puse de pie. Ya en la pista inicié siendo un tronco, no sabía cómo moverme pero tras observar a los demás bailarines por un rato fui capaz de imitar los pasos más básicos, cerré mis ojos, me centré en el ritmo de la salsa y empecé a bailar y no me detuve en horas. No era mi primera vez bailando salsa pero sí la primera vez que genuinamente intentaba seguir el ritmo, sentirlo y no sólo seguir el manual de instrucciones, una vez que agarré confianza me sentí un poco más seguro, pensé en bailar con mi amistad del día 32.3, después de todo esta había sido su idea pero no me acerqué, no sabía si sería apropiado y tampoco noté ninguna iniciativa de su parte, en cambio uno de mis amigos que también hice en el viaje me tomó de las manos y me sacó a bailar, él lideró y fue genuinamente divertido. Después de él otra nueva amiga bailó conmigo pero esta vez dándome instrucciones, me enseñó una nueva técnica más compleja. Después de la salsa vino un estilo musical más fiestero, se formó una fila donde fui empujado, en general éramos tantas personas que recibí pisotones, empujones, etc. Eso no me molestó, lo que sí me incomodó fue cuando bailando llegué a tocar cuerpos de otras personas, me apenó muchísimo, pero procuré no desmotivarme o sería el fin del reto.

Llegó entonces el momento de bailar Payaso de Rodeo, la prueba para la que me había estado preparando, no dudé en quedarme en la pista, mi amistad y un amigo se colocaron a mis costados y me dieron las instrucciones del baile, derecha, derecha, izquierda, izquierda, atrás atrás, adelante, adelante y giro de 45 grados repitiendo el proceso. El baile inició lento mientras ellos me repetían las instrucciones pero yo sabía que la dificultad estaría en el aumento de dificultad, el resto era permanecer hasta la máxima velocidad de baile. La intensidad aumentó, me pisaron y empujaron algunas personas que en mi opinión estaban fuera de tiempo, pero resistí y llegué hasta el final, mi am

Llegó el Reggaetón, no podía faltar, y con este ritmo latino la dinámica de baile cambió radicalmente, lo había visto en muchas otras fiestas antes, era en ese momento de la fiesta donde solía tomar la decisión de regresar a casa. En este caso, la inercia del reto me llevó a quedarme, estuve bailando apenado gran parte del tiempo, pero sabía que debía desinhibirme para poder disfrutarlo, me dieron unos cuantos shots de Tequila y entonces una persona me señaló y me dijo que debía pasar a bailar al centro, así lo hice, pasé a bailar, a mover mi cadera mientras desabrochaba mi chaleco, cosa que ensordeció mis oídos con el grito de la gente provocado. Salí del centro y me sentía orgulloso de haber superado la vergüenza. El resto del tiempo seguí bailando alegre, otra amiga me enseño a bailar banda y llegó ya empezado el día 31 el final de la fiesta y de mi batería social y con esto agotado comenzó el enorme declive emocional que padecí las siguientes horas. Cosa que corresponde comentar en el día 31.

Pensamientos adicionales

  • Ahora pienso que bailar puede representar un desafío interesante para mi mente desde el punto de vista de la coordinación.
  • Creo que lo más interesante de la interacción que tuve en el día 32.1, la razón por la que me desvelé fue encontrar que una persona con un pasado tan diferente al mío, con antecedentes a veces opuestos a los míos hubiese llegado a desarrollar creencias metafísicas tan similares a las mías.
  • Hubo momentos en los que sí sentí mi aversión a las fiestas regresar, uno de ellos fue cuando la gente cantaba algunas canciones en específico con letras de una moral cuestionable y que me hacían pensar ¿De verdad resuenas con ese mensaje al punto de repetirlo con tu propia voz? Para mí ceder a hacer esto representa la doblegación de la identidad propia y la pérdida de la individualidad, algo que no me parece aceptable.


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