Fundamentos

Mi origen

11/01/2024 / Fundamentos

Desde muy joven, lo que me impulsaba era esa sensación mágica de asombro. La maravilla de descubrir algo nuevo, de impresionarme y sorprenderme, fue mi constante compañera. Esta sed de asombro me empujó a experimentar más, a salir al mundo en busca de nuevas experiencias y razones para maravillarme. Esta búsqueda de asombro moldeó mi visión del mundo.

Mi pasado es una colección de historias peculiares, algunas que podré compartir más adelante. Pero una cosa es segura: esa hambre por conocer y experimentar me llevó a soñar con vivir tanto tiempo que pudiera ser testigo del final del universo. Sin embargo, con el paso del tiempo, mi entendimiento de la vida y la inmortalidad evolucionó. Aprendí que la historia de la vida nunca ha sido la historia de individuos aislados, sino la de poblaciones enteras.

Comprendí que, aunque la vida de un ser humano está limitada, la especie humana ha perdurado por miles de años. Los individuos pueden no ser eternos, pero como especie, somos casi inmortales, cambiando y evolucionando con el tiempo. La vida, en su interacción constante con la muerte, forma un ciclo perpetuo.

Esta idea me llevó a entender que como amante de la vida, lo mejor que podía hacer era contribuir a un futuro donde más personas compartieran y estuvieran más cerca de lograr este sueño. No buscaba el éxito individual, sino el triunfo de la humanidad, de la vida misma.

Mis antecedentes me llevaron a estudiar una carrera en investigación biomédica básica, formándome como científico y aprendiendo a hacer ciencia. Me sumergí en filosofía de la ciencia, estadística, biología y aprendí programación. Me lancé al mundo del emprendimiento y comencé a crear proyectos y empresas, todas reflejadas en mis escritos y esta página.

Hoy en día, todo lo que hago está dictado por mi amor innato por la vida. Mis raíces, mi educación, mis experiencias, todo converge en un camino que aún sigo con el mismo amor y asombro de mi infancia. Así que, de cierta manera, puedo decir que mis antecedentes son vitales, pues aún persigo ese sueño infantil, aún me maravillo con el mundo y estoy emocionado por ver hasta dónde podemos llegar juntos en este viaje extraordinario.



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