Fundamentos

Lo que busco

11/01/2024 / Fundamentos

En mi corazón arde una pregunta que resuena como un eco en el alma de muchos: ¿Cuál es mi objetivo? Esta indagación no es solo mía, es una voz compartida, un grito en busca de un propósito más grande.

Mi meta, clara y resonante, es construir un mundo mejor, quiero dejar las cosas mejor de cómo las encontré, pero. ¿Qué forma tiene este "mundo mejor"? Esta es una pregunta que despierta mi curiosidad y guía mis pasos. Descubrirlo implica una aventura constante en el aprendizaje, una sed insaciable de conocimientos, habilidades y experiencias que ensanchen mi visión sobre cómo mejorar la vida no solo para mí, sino para toda la humanidad y más allá.

Mi búsqueda va más allá del bienestar individual; se trata de un bienestar colectivo, de una armonía que abrace a todos los seres vivos. Me pregunto, ¿cómo puedo contribuir a un equilibrio donde la felicidad y la plenitud sean la norma y no la excepción? Mi misión es clara: fomentar un universo más feliz y completo.

Pero para lograr esta meta el conocimiento por sí solo no es suficiente. Debo encarnar ese conocimiento, transformarlo en acción. Aspiro a ser un agente de cambio, alguien que no solo comprenda los caminos hacia un mundo mejor, sino que también los recorra activamente. Mi visión es ayudar a otros a vivir vidas más plenas y felices, encarnando lo que llamo "el alma delta".

El alma delta no es una mera fantasía; es un ideal tangible, un faro que guía mis acciones. Es la representación de la voluntad, la sabiduría y la acción unidas en la noble tarea de mejorar nuestro mundo.

El AlmaDelta no es una deidad, no es un ente al cual adorar, Delta es cualquier ser pensante que por propia voluntad decide buscar el alma Delta. En el momento que tomas la decisión personal de buscar el alma Delta una parte significativa de lo que eres ya está entrando en el gradiente de configuraciones qué encarnan Delta. Aunque reconozco la magnitud de este desafío, y aunque mi vida pueda no ser suficiente para ver su culminación, cada paso que doy es un paso hacia ese ideal.

Soy consciente de que el camino hacia el ser delta es largo y tal vez inalcanzable en una sola vida. Pero creo con todo mi ser que, con cada esfuerzo, con cada pequeña victoria, nos acercamos más a ese ideal. Quizás no seamos nosotros, pero nuestras generaciones futuras, evolucionando y creciendo, se acercarán cada vez más a este estado de alma delta.

Y aunque el objetivo parezca lejano, tengo una fe inquebrantable en el poder de nuestras acciones colectivas. Algún día, gracias a la suma de todas nuestras búsquedas individuales por el alma delta, daremos forma al universo que soñamos. En cada intento, en cada acción, estamos acercando a la humanidad a un mundo más amoroso, justo y equitativo. Esta es mi búsqueda, mi promesa, mi contribución: un paso constante hacia un futuro donde el alma delta no sea solo un ideal, sino una realidad palpable para todos.



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